nada, espero verte pronto (2016-17)
instalación | cuarenta y dos cuadernos cosidos a mano (hojas de algodón, hilo de lino), mesa, silla, cuadrilátero suspendido hecho en muselina e iluminación | medidas variables
"hola _______, no sé qué te encuentres haciendo estos días
pero espero estés bien. te escribo con la intención de
vernos y hablar un rato. nada, espero verte pronto."
así marcaba el inicio de los cuarenta y dos cuadernos. cada uno destinado a un particular con el que, mínimo, me rocé los labios.
asumido como proyecto duracional ahora en descanso, los cuadernos pretendían recolectar anotaciones, provocar encuentros, reconciliar distancias físicas y temporales con otros. mientras tanto, analizaba y cuestionaba las formas de pensar y de relacionarme, los efectos del tiempo en la memoria, asuntos propios al documento en sí y la generación o capacidad de intercambio.
escribí muchísimo, pauté reglas y estrategias que no pude seguir, tuve mil consideraciones, traté de mantener un orden... ya sabemos que todo tiende al caos, naturalmente.
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to live for a love whose goal is to share the impossible is both a humbling project and an exceedingly ambitious one, for it seeks to find connection only in that which is no longer there. memory. sight. love. it must involve a full seeing of the other’s absence (the ambitious part), a seeing which also entails the acknowledgment of the other’s presence (the humbling part). for to acknowledge the other’s (always partial) presence is to acknowledge one’s own (always partial) absence.
unmarked: the politics of performance,
peggy phelan